En esta sección explicamos brevemente en qué consiste la búsqueda de cuerpos menores del Sistema Solar (asteroides, NEO’s, transneptunianos y cometas) por parte del grupo de astrometría de la AAE.
La astrometría es la rama de la astronomía que se dedica a la medición precisa de las posiciones y el movimiento de los astros. Mediante la captación de imágenes del TCH (Telescopio de Cala d’Hort) y el análisis de las mismas, la AAE colabora con el Minor Planet Center en la confección del censo de cuerpos menores del Sistema Solar.
Motivación del proyecto
Tras la colisión en 1994 del cometa Shoemaker-Levy 9 con el planeta Júpiter se acrecentó la preocupación de gobiernos e instituciones por el potencial devastador que un impacto de estas características tendría para nuestro planeta, ya sea a nivel local o global. A este respecto, cabe recordar que la Tierra conserva huellas de numerosos impactos acaecidos a lo largo de su prolongada historia geológica, entre ellos el de Chicxulub, responsable de la extinción masiva del Cretático-Terciario; existen evidencias de otros impactos más recientes (y por fortuna menos trágicos) como es el caso del evento de Tunguska, que sin embargo no dejó crater.
De resultas de esta preocupación se potenció por parte de las instituciones científicas, con el liderazgo del Minor Planet Center, la creación y actualización de un censo de los cuerpos que pudiesen provocar eventos catastróficos en la Tierra al objeto de poder prever impactos con la antelación suficiente para la toma de medidas a nivel global, si ello fuera posible. La AAE se halla inscrita en este marco de cooperación internacional, que trabaja con el literal y trascendental objetivo de proteger la Tierra, aportando su tiempo de observación, capacidad y conocimientos al descubrimiento y seguimiento de nuevos cuerpos del Sistema Solar.
Técnica
Lo primero que ha de hacer un observatorio para poder remitir sus datos al MPC (Minor Planet Center) es demostrar su capacidad técnica y precisión en el estudio de los datos astrométricos; a estos efectos, la AAE superó el año 2011 dicha prueba quedando habilitada, a partir de ese momento, para remitir sus observaciones al MPC y siendo designado el TCH (Telescopio de Cala d’Hort) con el código internacional C85.
La técnica de detección de cuerpos menores del Sistema Solar es la siguiente: se toman diversas imágenes de un campo estelar concreto, las cuales abarcarán diversos momentos de diversas noches (a ser posible, noches próximas entre sí o mejor aún consecutivas, como se explicará a continuación). Las imágenes en bruto, sin procesar para fotografía y por tanto con detalle grueso (no importa la calidad «artística» de la imagen para hacer astrometría -enfoque, color, ruido electrónico…-, tan sólo la luminosidad y la precisión) se superponen con software especializado de tal manera que coincida la ubicación de las diversas estrellas del campo y a continuación se practica el «blinking» (parpadeo), consistente en que el ordenador va pasando rápidamente, a modo de diapositivas, las distintas imágenes captadas del mismo campo. De esta forma es posible detectar pequeños puntos luminosos que no están estáticos en las distintas imágenes, sino que se mueven contra el fondo fijo de estrellas.
Una vez detectado un candidato a nuevo cuerpo, se cotejan sus parámetros orbitales (deducibles de las coordenadas en ascensión recta y declinación de la imagen) con la base de datos del MPC; en caso de que ya constase un cuerpo en esas inmediaciones, se asume que se trata de un objeto ya conocido por el MPC. En caso contrario, tendríamos un candidato a nuevo cuerpo para notificar al organismo internacional.
Pero el trabajo no acaba aquí; para poder dar de alta un nuevo objeto el MPC requiere que como mínimo se remitan datos de dos noches distintas del mismo cuerpo. Por ello es importante haber escaneado la misma parcela del cielo en noches sucesivas: un cuerpo que aparece en la placa en una noche, a la siguiente puede haber escapado ya de esa región y ser imposible de reencontrar. Si la meteorología ha sido propicia (lo cual no siempre sucede), desde el TCH se habrán tomado dichas imágenes en las noches siguientes, y de esta manera se podrá calcular (mediante simple extrapolación de la velocidad aparente) en qué parte de la placa encontraremos de nuevo al cuerpo. Si se da la circunstancia de que dicha posición cae dentro de la placa, reencontramos al objeto y ello permite no sólo determinar con más precisión sus parámetros orbitales sino también darlo de alta en el MPC.
En la imagen inferior mostramos una animación que ilustra el proceso: el parpadeo de la imagen se corresponde a distintas tomas del mismo campo (de hecho una parte muy pequeña de dicho campo, dado que la imagen está muy ampliada y el original tiene un tamaño muy superior). En él aparece un cuerpo (que posteriormente sería denominado 2011 SX250 por el MPC) que descubrió la AAE en una determinada noche. Si observáis con atención, veréis que hay una serie de imágenes en la parte inferior izquierda (corresponden a la primera noche en que se detectó) y el objeto parece saltar un cierto espacio hasta las imágenes de la parte derecha (que corresponden a la siguiente noche); el espacio intermedio es el recorrido por el cuerpo durante el día.
Resultados
En el siguiente enlace se accede a la descarga de un libro de cálculo con todas las observaciones astrométricas remitidas al Minor Planet Center desde el inicio del trabajo del grupo de astrometría de la AAE. En la segunda hoja de dicho libro aparecen aquellos objetos cuyo reconocimiento inicial fue atribuido a la AAE, si bien la acreditación como descubridor sólo se otorga cuando dichos objetos obtienen numeración definitiva. En la tercera hoja aparecen los objetos de la segunda hoja que ya tienen numeración definitiva y descubridor acreditado.